En 1925 Richard Gurley, inventor de la cinta celo, observó como los trabajadores de carrocerías se veían frustrados al retirar la cinta de recortar que pegaban a la hora de pintar. El fuerte adhesivo aplicado se descamaba sobre la pintura recién aplicada, necesitando retoques e incrementándose los costos. Así fue que Drew se dio cuenta de la necesidad de una cinta con un pegamento más suave.
Fue asi como nació la cinta de enmascarar, cinta de carrocero, cinta de pintor, cinta adhesiva protectora, tirro o masking tape.
Se usa principalmente en pintura artística para enmascarar áreas que no deben ser pintadas. El tipo de adhesivo es un componente clave, ya que permite que la cinta sea fácilmente desprendida sin dejar residuos o dañar la superficie a la cual es aplicada. Se encuentra disponible en el mercado en diversas resistencias, clasificadas en una escala del 1 al 100 según la concentración del pegamento.
Se utilizan principalmente dos tipos de adhesivos, Caucho que tiene una adhesión inicial alta, pero que envejece y se degrada en dos o tres años y adhesivos acrÍlicos, que por ser sintéticos tienen una duración mucho más larga, aunque no alcanzan la adhesión definitiva hasta 24 horas después de ser aplicados. Por la rapidez y limpieza en su utilización, las cintas adhesivas se consumen en numerosos procesos industriales; por ejemplo, en el sector del automóvil se utilizan no menos de treinta tipos diferentes de cintas, muchas de ellas de doble cara, para fijar elementos que duran toda la vida del coche.
Otra aplicación importante es la de protección de superficies, perfiles de aluminio, pantallas y en general todo aquello que pueda ser dañado después de su fabricación; en este caso se utilizan cintas de muy baja adhesividad.